miércoles, 24 de noviembre de 2010

PASEO POR ÁMSTERDAM ANTES DEL CLÁSICO.






Poderoso en ataque y firme partido en defensa de los blancos · Golazo por la escuadra de Benzema tras un jugadón de equipo · Xabi Alonso y Sergio Ramos fuerzan sus expulsiones para no acumular tarjetas tras una orden en cadena de Mourinho

El Real Madrid mantuvo su idilio con el Amsterdam Arena, donde se paseó al ganar 0-4 al Ajax. Doce años después de lograr la Séptima volvía a este campo talismán para certificar que será primero de grupo, por lo que jugará la vuelta de los octavos de final en su estadio, en un partido en el que marcaron Benzema -un soberbio gol-, Arbeloa y dos Cristiano Ronaldo, uno de penalti.

A pesar de estar el Clásico a la vuelta de la esquina y de que el once blanco -en esta ocasión morado- presentaba cinco caras menos habituales, el Madrid demostró que juega todos los partidos con una intensidad asombrosa. El hambre de este equipo no tiene límites y, aunque le valía un empate en Ámsterdam para asegurarse la primera plaza, salió al campo como si de nuevo se estuviese jugando la Séptima.

Por si pudiera sonar exagerado, ahí están los números para reafirmarlo: 20 tiros por 10 del Ajax, siendo 10 a puerta por uno de su rival. Además, sólo hizo nueve faltas y recibió 25. Pero, por encima de estadísticas, quedan las sensaciones. Los de Mourinho dominaron, jugaron a su antojo y no sufrieron sin balón. Vale que este Ajax no es el de otras épocas, pero se estaba jugando mucho, tanto como seguir vivo en Champions.

Si algo puede definir el partido del Madrid es el primer tanto. Fue uno de esos que merece verse varias veces y, a ser posible, desde el principio de la jugada. Pase en largo de Xabi Alonso al corazón del área, Ozil se la deja de tacón sin dejarla caer a Benzema y en francés resuelve poniendo el balón en la escuadra. Tardó 36 minutos en llegar, pero era cuestión de tiempo.

Antes del descanso Arbeloa pudo ampliar diferencias y dejar sentenciado el partido con otro buen gol con un poco de ayuda de El Hamdaoui. El lateral tiró desde lejísimos un rechace a una falta de Cristiano que rozó en la bota del jugador del Ajax lo suficiente para despistar a Stekelenburg, que pese a los cuatro tantos fue el mejor de su equipo.


Expulsiones provocadas

Al descanso se llegó 0-2 pero pudo ser por más, sobre todo si el colegiado escocés -o más bien su ayudante en la línea de fondo, que estaba al lado de la jugada- hubiese señalado un claro penalti sobre CR7. De todas maneras, el Madrid no bajó el pistón en la segunda mitad y siguió buscando goles. Cristiano tuvo la primera nada más reanudarse, pero entre el portero y el larguero lo evitaron.
El portugués pudo resarcirse más adelante cuando Di María -que entró por Pedro León-, le dejó el tercero en bandeja tras un error grave del Ajax. La cuenta la cerró él mismo desde los once metros gracias a una pena máxima que provocó Ozil después de volver loco a su marcador.
Fue el momento de dar entrada a Canales y Mateos, que debutó con el Madrid, y para evitar problemas con las tarjetas. Xabi Alonso y Sergio Ramos, que habían sido amonestados, provocaron la segunda amarilla después de una instrucción en cadena de Mourinho que pasó a Dudek, éste a Casillas y éste a los dos expulsados. De esta manera la doble amarilla se transforma en una roja y así se aseguran llegar a octavos con una sola amarilla -se cumple sanción por acumulación de tres-. Cumplido el trabajo, ya toca pensar en el Clásico.

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